El mundo globalizado en el que vivimos se encuentra dominado por las interacciones sociales a través de medios electrónicos y por las redes sociales. Los consumidores buscan en los productos o servicios que adquieren grandes historias.

De este modo las empresas buscan que los consumidores sientan ´conexión´ con una persona que es parte de su empresa. Es allí donde entran a jugar un papel importante los Influencers que respecto de un producto pueden condenar la venta del mismo al fracaso o por el contrario mejorar la reputación de este.

Cuando una empresa patrocina a un Influencer, lo hace con el objetivo de inducir a los consumidores a comprar sus productos o servicios y preferir sus productos sobre los de la competencia, siendo muy común que la empresa termine controlando el contenido de la publicación y manipulando la opinión del Influencer, quien actúa bajo la influencia de quien lo contrata.

Esto convierte a la publicación que hace el Influencer en sus redes sociales en un acto de publicidad, situación que no siempre es clara para el consumidor que puede encontrar dificultades para distinguir las opiniones honestas de las personas a las que sigue y el contenido comercial que estas traen consigo.

Actualmente en la legislación colombiana no existe el deber legal en cabeza del Influencer de revelar si la recomendación de un producto o servicio se realiza como contraprestación por un pago lo que ha generado problemáticas.

En esa medida, gobiernos de otros países han expedido cuerpos normativos, guías y recomendaciones para regular la publicidad encubierta en redes sociales y prevenir que los Influencers incurran en actos de competencia desleal o transgresiones de los derechos de los consumidores.

En todo caso, exista o no una guía respecto de la forma en que los Influencers deben promocionar productos de terceros, es recomendable que estos:

• Adviertan si están siendo patrocinados.
• Aseguren que todo mensaje publicado por ellos corresponde a la realidad.
• Se abstengan, de incurrir en actos de publicidad engañosa y/o competencia desleal.

La SIC se encuentra creando una regulación de publicidad para influenciadores.

Fuente: Ámbito Jurídico